Beryl, primer huracán de la temporada atlántica de 2024, fue elevado a categoría 4 en su avance este lunes hacia el sudeste del Caribe, donde las autoridades de diferentes islas instaron a la población a garantizarse refugio ante los fuertes vientos y marejadas.
Vídeos de los medios locales vienen mostrando el impacto de vientos muy potentes, en particular en la isla de Barbados, la más oriental de las Islas de Barlovento (archipiélago de las Antillas menores), donde se espera que el huracán llegue en la mañana del lunes, según el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos, con sede en Miami.
El NHC elevó a Beryl a la categoría 4 y lo cataloga de “extremadamente peligroso”.
La entidad advirtió de tormentas y vientos “potencialmente mortales”, con ráfagas de hasta 200 kilómetros por hora. La mayoría de las islas de esa sección caribeña están bajo alerta de huracán y sus residentes fueron exhortados a prepararse para afrontar las inclemencias, muchos ya atrincherándose en sus hogares.
“No salgan a ninguna parte hasta que se les dé luz verde”, instó Wilfred Abrahams, Ministro de Asuntos Públicos de Barbados.
En Bridgetown, autos hicieron fila todo el fin de semana en las gasolineras, mientras que los supermercados y tiendas de comestibles estaban abarrotados de personas en busca de alimentos, agua y otras provisiones.
Este ciclón es el primer huracán en llegar a la categoría 4 en el mes de junio, según registros del NHC.
San Vicente y las Granadinas, así como Granada, enfrentan el mayor riesgo de encontrarse en el ojo del huracán a partir del lunes, indicó el NHC.
Beryl producirá “vientos huracanados potencialmente catastróficos, marejadas ciclónicas potencialmente mortales y olas destructivas”, se pronosticó.
Barbados, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Granada y Tobago están bajo alerta de huracán y en Martinica, Dominica y Trinidad rige una advertencia por tormenta tropical.
En Tobago, la menor de las dos islas que componen Trinidad y Tobago, se declaró estado de emergencia y se ordenó el cierre de las escuelas el lunes “hasta nuevo aviso”, según el jefe del gobierno de la isla, Farley Augustine.
Una reunión esta semana en Granada del bloque regional caribeño Caricom fue pospuesta debido al huracán.
– “Pendientes” en México –
Según expertos, una tormenta tan potente al inicio de la temporada de huracanes, que va desde principios de junio hasta finales de noviembre en el océano Atlántico, es extremadamente inusual.
“Sólo se han registrado cinco huracanes importantes (Categoría 3+) en el Atlántico antes de la primera semana de julio”, escribió en X el experto Michael Lowry.
De acuerdo a la trayectoria prevista, luego de recorrer las islas del Caribe, Beryl impactaría la madrugada del martes en el estado mexicano de Quintana Roo (este), donde se encuentran los balnearios de Cancún y la Riviera Maya.
“Estamos pendientes, Protección Civil, la secretaría de la Defensa y la Marina (…) observando toda la trayectoria”, dijo el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, en breves declaraciones a la prensa en una gira de trabajo en Cancún.
Las autoridades mexicanas lanzaron otra alerta por la formación de la tormenta Chris la noche del domingo en el Golfo de México, el tercer sistema en la temporada del Atlántico.
La tormenta tropical Alberto, la primera de la temporada en la región, dejó al menos cinco muertos al pasar por el norte de México hace diez días.
– Olas de 5 metros –
Por su parte, los servicios meteorológicos en Martinica ya habían pronosticado estado muy agitado del mar “especialmente durante el lunes”.
Se esperan olas de 5 metros en el canal Saint-Lucie, al sur de la isla francesa.
Météo France pronostica que la temporada de huracanes de 2024 será “una de las más intensas” en esta zona.
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) estadounidense también pronosticó a finales de mayo una temporada extraordinaria, con la posibilidad de entre cuatro y siete huracanes de categoría 3 o superior.
La agencia citó las temperaturas cálidas del océano Atlántico y las condiciones relacionadas con el fenómeno climático de La Niña en el Pacífico para explicar el aumento de las tormentas.
En los últimos años, los fenómenos meteorológicos extremos, incluidos los huracanes, se han vuelto más frecuentes y devastadores como resultado del cambio climático.